Pasar al contenido principal

Inversiones

Inversiones

General

  • Soy cliente de Santander, ¿puedo realizar inversiones?

    Los clientes que pertenecen al modelo Select, ya sea por ser Cliente Select (clientes con fondos bajo manejo por más de USD 100.000) o Banca Privada (clientes con fondos bajo manejo por más de USD 500.000), tienen arquitectura abierta para invertir en Fondos Mutuos, Bonos, Acciones, ETFs, y demás instrumentos. 
     

    Para el caso de clientes no Residentes el umbral es USD 150.000.
     

    Los clientes que tengan fondos bajo manejo por debajo de USD 100.000 y son atendidos en Sucursal tienen una oferta más restringida, pudiendo invertir en los siguientes instrumentos: Bonos de Gobierno Americano, Bonos de Gobierno Uruguayo y Letras de Regulación Monetaria.
     

  • ¿Qué es el Perfil de Inversión?

    Primero que nada, es importante saber que el perfil de riesgo del inversor es el punto inicial para comenzar a invertir. Este refiere a la expectativa de retorno esperado en función del riesgo a asumir. Es decir, obtener un mayor rendimiento debe asociarse con asumir un mayor nivel de riesgo, por lo tanto, a mayor riesgo de la inversión mayor es el retorno que se exigirá, y este riesgo es el grado de incertidumbre que se tiene del resultado de la inversión. Las métricas que se utilizan para dimensionar estos atributos son las históricas de cada clase y tipo de activo y el cliente debe conocerlas.

    Por otra parte, el perfil de cada persona está relacionada con diferentes factores, especialmente: los objetivos de la inversión, el estilo o personalidad del inversor en materia de grado de aversión al riesgo, considerando tanto la tolerancia como la capacidad de asumir riesgo, el nivel de conocimiento, sus circunstancias personales y el horizonte temporal.

    En términos generales, se distinguen tres perfiles de inversión distintos:

    Perfil de inversión Conservador: Es aquel que se conforma con un nivel de retorno bajo, evitando asumir las incertidumbres y variaciones de inversiones más riesgosas. Este tipo de perfil aplica a personas que no se sienten tranquilas ante los riesgos, y deben optar por inversiones conservadoras y constantes en el tiempo. Se caracteriza por priorizar la disponibilidad inmediata de sus inversiones, buscando minimizar la incidencia de las fluctuaciones del mercado.

    Perfil de inversión Moderado: Cuenta con elementos conservadores y arriesgados, buscando un equilibrio entre ambos. Este tipo de perfil se encuentra dispuesto a asumir ciertas oscilaciones en sus inversiones esperando que en un mediano o largo plazo pueda obtener una mayor rentabilidad. Es un perfil intermedio, tratándose de personas que pueden tolerar cierto riesgo en sus inversiones a cambio de una mayor rentabilidad.

    Perfil de inversión Arriesgado: Es aquel que prefiere asumir los riesgos, incertidumbres y volatilidades lógicas de las inversiones que prometen mayores niveles de rentabilidad. Se caracteriza por inversores cuyo objetivo principal es maximizar el rendimiento de su cartera, asumiendo para ello un alto componente de riesgo. Están dispuestos a mantener sus inversiones por períodos largos, sin asignarle una alta prioridad a la disponibilidad inmediata de sus activos y a asumir pérdidas de capital.
     

  • ¿Qué es la diversificación de riesgos financieros?

    La diversificación de riesgos financieros es uno de los principios básicos que conviene tener en cuenta a la hora de invertir nuestro dinero. Según esta idea, poseer diferentes tipos de activos financieros mitiga el riesgo de invertir en solo un tipo. Es decir, se entiende que los riesgos pueden mitigarse si repartimos nuestro dinero en productos con distintas expectativas de rentabilidad y riesgo.

  • ¿Cómo diversificamos los riesgos de nuestra inversión?

    Se puede diversificar, entre otras formas, por activos, por sectores, por horizonte temporal, por divisas, por zonas geográficas o a través de los fondos de inversión.

    Diversificar por activos. Consiste en mantener en nuestra cartera una combinación de los principales tipos de activos (renta variable, renta fija y dinero y equivalentes). Un ejemplo: si tenemos 10.000 dólares ahorrados y queremos invertirlos, no deberíamos colocarlos todos en la misma cesta, es decir, adquirir solo acciones de una empresa. Pues de esta forma estaríamos arriesgando toda nuestra inversión al devenir de una única compañía.

    Diversificar por sectores. Significa adquirir activos procedentes de compañías de diversos sectores (energético, inmobiliario, tecnológico, bancario, bienes de primera necesidad, etc.), ya que según el ciclo económico en que nos encontremos, unos sectores tendrán mejor comportamiento que otros. O bien, en determinados momentos, una decisión de las autoridades económicas puede causar un impacto en un sector concreto, y comprometer nuestra inversión si solo habíamos apostado a ese sector. Al contar con activos de diferentes sectores de actividad se podrían compensar estos vaivenes.

    Diversificación por horizonte temporal. Se basa en combinar inversiones a corto, medio y largo plazo, y también en entrar en el mercado (invertir) en diferentes momentos temporales, en vez de invertir todo nuestro capital de golpe.

    Diversificar por divisas. Es una estrategia para mitigar los riesgos de la inversión adquiriendo acciones u otros activos en diferentes divisas (euros, dólares, libras, yenes, etc.) para no exponer nuestro patrimonio a las fluctuaciones de una única moneda.

    Diversificar por zonas geográficas. Consiste en invertir en empresas de varios países, en particular de aquellos que ofrezcan seguridad jurídica. Un nuevo ejemplo para explicar esta forma de diversificar: si solo tuviéramos acciones de empresas españolas, una bajada en las previsiones de crecimiento económico del país podría dañar nuestra cartera.

    En todos los casos anteriores, lo que estamos haciendo al diversificar es realizar inversiones a las que les afecten factores distintos, o bien a las que el mismo factor les afecte de manera diferente.

  • ¿Qué es la descorrelación de activos y cómo puede ayudar a la diversificación?

    La correlación es una medida propia de la estadística que mide la relación que hay entre dos variables. En el mundo de los mercados financieros, estas dos variables pueden ser dos activos cualquiera: acciones, bonos, índices bursátiles, fondos, etc. Si estos activos están correlacionados, quiere decir que sus rentabilidades se mueven en el mismo sentido (si un activo sube en bolsa el otro también; si cae, el otro se comporta igual). Por el contrario, si dos activos tienen una correlación negativa (están descorrelacionados) significa que sus rentabilidades se mueven en sentidos opuestos: cuando uno sube en bolsa el otro baja.

    A la hora de configurar una cartera de inversión diversificada es importante tener en cuenta la descorrelación de activos, esto es, incorporar productos que tengan comportamientos diferentes ante el devenir de los mercados. Es cierto que de este modo nunca obtendremos la máxima rentabilidad, porque no todos nuestros activos se van a revalorizar al mismo tiempo, pero lo que lograremos si seguimos esta estrategia es reducir la volatilidad de nuestra cartera y los riesgos de la inversión que hayamos realizado. De hecho, puede que esos activos que en una fase de subidas de la bolsa no tienen un comportamiento muy positivo sean los que acaben protegiendo nuestro capital en momentos de correcciones o incertidumbres en los mercados bursátiles. Sin embargo, si todos nuestros activos estuvieran correlacionados en positivo, puede que nos fuese muy bien en un determinado momento y obtuviésemos mayores ganancias, pero si la situación se produjera en negativo, todos nuestros activos caerían juntos y las pérdidas en nuestra cartera serían importantes.

¿Fue útil la información de esta página?
Con tu ayuda podemos seguir mejorando